G2O Periodismo Deportivo
Arrancamos una serie de informaciones relacionadas con el 12-1 de España a Malta, sin duda una de las páginas más brillantes de la historia del fútbol español. Con ello queremos ayudar a contextualizar lo vivido aquella noche mágica en el estadio Benito Villamarín.
MARCA, diario de referencia deportivo, le dedicó toda la portada a la victoria de España que tituló con un ¡¡¡OLÉ!!!
Como antetítulo, el periódico destacaba “Sí, sí, sí, España va a París”, señalando que la victoria suponía el pase a la Eurocopa de Francia del 84, donde España sería subcampeona.
La imagen de portada es para dos de los protagonistas, en positivo y negativo, del partido: Polí Rincón, autor de cuatro tantos, y el guardameta maltés, Bonello, que vio perforada su meta hasta en 12 ocasiones.
La crónica del partido, obra del desaparecido Belarmo, llevaba por título “Sin trampa ni cartón”.
La primera de las reseñas corresponde al diario El País. Lleva la firma de Alfredo Relaño, a la sazón delegado del periódico en la ciudad hispalense y participante ahora en esta I Jornada Nacional de Periodismo Deportivo. Además de la crónica del partido, recogemos la reseña de la llegada de los malteses a Sevilla centrada en la figura de su portero John Bonello, el enemigo a batir aquella noche del 21 de diciembre de 1983. Y también la previa, que refleja un escenario poco amable con el rival.
El diario ABC, al igual que El País, reflejaba en la víspera del encuentro la dificultad de la empresa: meter 11 goles a los malteses en noventa minutos. Uno cada 8 minutos aproximadamente. M. Fernández de Córdoba escribía: “ se va a tener hambre de gol, van a ir arriba liberos y centrales a hacer temibles los córners y no se va a perder ni un segundo en abrazos y pantomimas, sino en procurar llevar el balón cuanto antes al centro del campo y seguir…” Y, justamente, eso fue lo que pasó.
Vicente Miera, ayudante de Miguel Muñoz y que viajó a Rotterdam para presenciar en directo el Holanda-Malta, mostraba un cierto optimismo y así lo manifestaba a su regreso: “once goles en un partido no es un resultado muy frecuente, pero creo que hay posibilidades”. Y las hubo. Y España hizo las maletas para París.